viernes, 6 de noviembre de 2009

Isidoro arias

Isidoro arias



Era un experto navegante, piloto de aviones y veleros, había dado la vuelta al mundo diez veces en barco y quería volver a hacerlo pero en un velero llamado Islero que era un swan de 44 pies, considerado de alta gama, el rolls royce de los veleros. Podia coger altas velocidades y asi poder alargar las jornadas, en un lateral ponía una leyenda que quería que se viera por todo el mundo – Andalucia solo hay una-.
Se entrenaba cada dia porque se enfrentaba a una dura aventura y no solo físicamente también de forma psicológica ya que como él sabia la soledad era terrible.
El 21 de octubre de 2001 Islero partió del puerto deportivo de Benalmadena, los fuertes vientos pronto le habían llevado a Madeira y cruzo el canal de Panamá, desde allí fue a la  Polinesia , paso el estrecho de Torres entre Australia y  Papúa,  Nueva Guinea, y dejo atrás Ciudad del Cabo tomando rumbo norte hacia la península ibérica.
Todo parecía ir perfectamente hasta que el 25 de marzo de 2002, la familia de Isidoro estaba preocupada, llevaban 24 horas sin saber nada de él, su ultimo correo electrónico era desconcertante en el les decía que tenia serios problemas.  Contaba que estaba viviendo una pesadilla  que seres extraños estaban abordando su velero y no le dejaban descansar, decía que le acosaban dia y noche y no le dejaban.
Parecia que algo estaba fallando. La familia, amigos, marineros, personas del puerto deportivo, amantes de la mar, todos iniciaron un rastreo en busca de Isidoro Arias, incluso se pidió oficialmente ayuda de los gobiernos de Brasil, Sudafrica, Cabo Verde y Reino unido.
A los 38 dias tras  su ultima comunicación encontraron su velero Islero  a seiscientas millas de Santa Elena en el Golfo de Guinea.
Los marineros del pesquero francés Fresco, encontraron el barco sin tripulación el 1 de mayo de 2003 a las 14 horas. Tras ser remolcado a puerto las autoridades  españolas inspeccionaron el barco. El cónsul español fue la primera persona en revisarlo y quien inicio la investigación policial.
Empezaron a surgir preguntas sin respuesta, el cuaderno de bitagoras de Isidoro indicaba que la meteorología era perfecta y que todo iba normalmente, las cartas marinas y el resto de documentación estaban completas y en regla. No había rastro de violencia  ni de abordaje pero había un dato esperanzador, faltaba la lancha de salvamento del velero.
En la cocina todo estaba perfecto, platos y viveres y no parecía que el barco hubiera estado abandonado, no había moho ni nada mostraba que hubiera pasado lo contrario.
La búsqueda se reforzó al saber que la lancha faltaba y que el hombre podía haberse ido por temor a algún peligro y estar a la deriva en el mar.
Algunas teorías decían que Arias pudo ser victima del paludismo y la alta fiebre, de ahí el extraño mensaje que les envio a sus familiares en el ultimo contacto que tuvo con ellos, puede que fueran alucinaciones producidas por esta enfermedad, pero el instinto de supervivencia de una persona tan experta en estas aventuras no le hubiera dejado saltar al bote de salvamento ya que en el barco tiene mas posibilidades de sobrevivir.
Su hijo viajo donde estaba el barco y lo llevo hasta el puerto de donde salió, con el paso del tiempo la ayuda gubernamental fue cesando poco a poco y el caso aun sin resolver se dejo en un extraño mutismo.