jueves, 5 de noviembre de 2009

La Mussara

LA MUSSARA - TARRAGONA

 

Una de las características de este lugar es sin duda su espesa niebla que te envuelve. Encontramos muchas leyendas sobre el lugar, pero algunas pasan de ser una leyenda a la total realidad, casos de personas que tras invadirle la niebla y andar desorientados, concluyen con un tiempo perdido, con unas más horas de tiempo transcurrido de las que en realidad han pasado.
Nos encontramos nuevamente ante la posibilidad como afirman muchos, de estar ante una puerta dimensional, de las cuales existen otras en España, pero esta parece tener características especiales dada la gran cantidad de personas desaparecidas en él, uno de los hechos extraños que sin duda más atrae, pero antes de adentrarnos en estas desapariciones hay que recordar que también nos encontramos en tierra de brujas, cuenta la leyenda y así lo hace constar Miguel Aracil en su libro “Catalunya Crónica del misterio” como en tiempos remotos hasta prácticamente entrado el siglo XX era tiempo de las mujeres conocedoras de la naturaleza “las brujas”  y según cuenta la leyenda, durante las guerras carlistas, soldados fueron a desenterrar del cementerio a  un sanguinario capitoste, Cercós, el cual tras morir se había enterrado en el cementerio de La Mussara, y aún estando muerto pretendían fusilarlo, sin embargo y debido al comienzo de la niebla al parecer erraron y desenterraron a una anciana bruja, tras fusilarla la espesa niebla les envolvió huyendo despavoridos al darse cuenta del error, algunos cuentan que tras esto una terrible maldición cayó sobre ellos.
La brujería y los ritos paganos o los que mejor podríamos denominar “oscuros” se siguen practicando en este lugar. En verano es fácil ver excursionistas y gente visitando el lugar, sin embargo en los días grises y fríos de invierno son numerosos los días que el lugar está totalmente desierto, y es lugar idóneo para este tipo de prácticas. Es común y así hemos tenido oportunidad de constatarlo en numerosas ocasiones que en este lugar se han llevado a cabo estas prácticas, restos de velas, de sahumerios y como no pintadas que se confunden entre las hechas por posibles rituales y las del “simple” gamberrismo, siempre es triste observar como todos estos parajes abandonados pero de una gran belleza son asaltados por vándalos indiscriminados que estropean el lugar,
El primer misterio que podemos encontrar en La Mussara ya comienza desde su abandono, no está nada claro el por que el lugar cayó en total abandono. Algunos han visto en la plaga de la filoxera la razón del abandono, la filoxera es una plaga que afecta a los viñedos, pero lo cierto es que en La Mussara nunca existieron demasiadas viñas, aunque si es constatable que esta plaga asedió las pocas que habían.


La fecha que algunos han establecido a la despoblación databa del siglo XIX, lo cual no es cierto ya que el pueblo perdería su condición como tal el 10 de enero de 1960. Albert Manent publicó en 1985 un articulo titulado El proceso de despoblación en el antiguo municipio de la Mussara. Los estudiosos del tema se decantan por una despoblación debida a la emigración a las ciudades, por la falta de agua y tierras poco productivas, lo mismo que sucedería en otros tantos pueblos de la época, así este pueblo pasó a pertenecer a la localidad cercana de Vilaplana.
Sin duda el tema que más atrae son las desapariciones misteriosas y hechos relacionados.
Un alférez del campamento cercano de Castillejos fue hasta la Mussara con una amiga, tras regresar al campamento y haberse ausentado aproximadamente dos horas, resulto ser que en realidad se había ausentado más de doce, ante la perplejidad de este militar, pero son varios los casos análogos, parece como si la espesa niebla trajese consigo alteraciones en el tiempo.
El caso que sin duda ha hecho correr más tinta sucedió el 16 de octubre de 1991 cuanto un grupo de amigos salió a recoger setas, Enrique Martínez Ortiz se atrasó del grupo y al rato se dieron cuenta Enrique no estaba, los amigos lo buscaron por todos los lugares e incluso se llegaron ha hacer batidas de búsqueda, pero todo fue inútil, Enrique estaba totalmente desaparecido. Su coche quedó aparcado en el lugar e incluso en su interior se dejó una medicina que debía tomar. Hasta día de hoy la desaparición de Enrique sigue siendo un enigma, algunos aluden a la posibilidad de que dieran cuenta de él las alimañas del bosque, sin embargo de ser así, obligatoriamente se deberían haber encontrado sus restos, pero todo lo contrario, esta persona desapareció sin dejar rastro alguno. Tampoco está del todo claro el lugar exacto de esta desaparición, se apunta a unas antenas, posiblemente los repetidores que hay cercanos a la Mussara o bien otras antenas de emisión que están ubicadas en el lado opuesto.

No son pocas las historias acerca de la Mussara, Jorge Roberto aseguraba que estando descansando en una de las ruinas de las casas cercanas a la iglesia escucharon cascos de caballo, y es que en la Mussara si uno presta atención, aseguran, se pueden escuchar. “cosas”.
Me apasionó la historia, leyenda o no, de las personas que aseguran haber visto una especie de monjes, seres como transparentes pero que recuerdan a clérigos de tiempos pasados, apariciones fantasmales que no se han podido corroborar pero que corren de boca en boca cual leyenda urbana, con la diferencia de que aparecen nombres y apellidos de los testigos, para unos fruto de la sugestión, para otras un hecho totalmente real, unas apariciones similares a las de la santa compaña, aunque estas no vienen con motivo de la muerte, el por que de las apariciones sigue siendo un enigma.

No faltan los avistamientos relacionados con el fenómeno OVNI, extrañas luces parecen esconderse en el interior de este pueblo, así hay personas que lo aseguran.
Hay un testimonio que dice haberse encontrado con un “humanoide”, algo le impulsó a subir a la Mussara desde LLeida, para después encontrarse con lo irracional, con lo absurdo, con unas visiones espectrales que interactuaron con él, produciéndole después esta experiencia consecuencias psicológicas,. Otras personas también han sentido la especial llamada de la Mussara, algo les incita a ir hasta el lugar sin saber bien el por que.
Un lugar que a pesar de que a día de hoy poco queda en pié no deja indiferente a nadie. La mayoría tanto de investigadores como de curiosos que han estado allí aseguran sentir un algo especial en el lugar aunque no sepan bien definir el que.